El día 28 de agosto en la localidad de Peleco, se celebró el día de Oración por los Pueblos Indígenas con la tradición propia del pueblo Mapuche; en su lengua, instrumentos y danza, mostrando parte de su cultura, asistiendo comunidades de toda la provincia de Arauco, contando con la presencia de los sacerdotes jesuitas Pablo Castro y Carlos Bresciani de la comunidad de Tirúa, el padre Hernán LLancaleo, Asesor Decanal de la Pastoral Mapuche, la hermana Audina Huenumilla Namuncura de la congregación Catequista Misionera de Boroa junto a visitas de Vichuquén y Licantén lugar donde reside actualmente la hermana, y los loncos José Bautista Huenchunao, Teodoro Huenuman, Pascual Huenupi, José Huenupi, Agustín Carinao, Armando Marileo, Francisco Pichun, quienes guiaron este Ngillatun orando por todas las necesidades y derechos de los pueblos originarios, para que su cultura sea comprendida en nuestro medio, además que Dios envíe buen tiempo, y la tierra provea de los alimentos necesarios, por los enfermos y difuntos, y muy especialmente por los 32 hermanos mapuches que se encuentran en huelga de hambre, para que se entienda bien las demandas y no se aplique una ley injusta como lo es la Ley Antiterrorista.

“Cristo es nuestra paz. El hizo de judíos y no Judíos un solo pueblo, al destruir el muro de la enemistad que los separaba. En su propio cuerpo, Cristo puso fin a la ley de mandatos y reglamentos y formó de los dos pueblos un solo pueblo unido e Él. Así hizo la paz. Por su muerte en la cruz, Cristo dio fin a las luchas entre los dos pueblos y los puso en paz con Dios, haciendo de ellos un solo cuerpo. (Efesios 2,14)
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