lunes, 12 de agosto de 2013

Feliz regreso desde la JMJ Río 2013 a Curanilahue.

Jóvenes de nuestra parroquia también estuvieron presentes en la Jornada Mundial de la Juventud, que se realizó en Río de Janeiro, Brasil desde el 23 al 28 de julio de este año.

Gracias al trabajo y esfuerzo del grupo San Expedito y la colaboración  de familiares y de la comunidad parroquial en general,  emprendieron este viaje para vivir la experiencia de compartir la fe con miles de jóvenes de todo el mundo.

Tras cinco días de viaje en bus, y con muchos obstáculos por el camino, los integrantes de nuestra parroquia tuvieron la oportunidad de conocer y compartir con la juventud de la Parroquia Sagrados Corazones de Talcahuano y Parroquia San Juan de Mata de Concepción.

Contando con la presencia del Papa Francisco participaron de las diferentes actividades durante la semana, culminando con la misa de envío que se realizó el domingo 28 en Copacabana, donde el mensaje del Santo Padre fue claro y categórico: Jóvenes, vayan sin miedo para servir; el mejor instrumento para evangelizar a los jóvenes son otros jóvenes; cuando vuelvan a sus casas, no tengan miedo de ser generosos con Cristo, de dar testimonio del evangelio;  y, hermanos sacerdotes, no dejen de creer en los jóvenes, ya que son la alegría de la iglesia.

Era admirable ver a millones de personas atentas a las palabras del Santo Padre, aplaudiendo en ocasiones para manifestar la emoción del momento y ver el profundo respeto y silencio demostrado en diferentes momentos de la Eucaristía.

Antes de dar la bendición el Vicario de Cristo volvió a repetir a los jóvenes que sean discípulos y misioneros y anunció que la ciudad de Cracovia, Polonia, será la sede del próximo encuentro mundial de Jóvenes en el año 2016.

Antes de salir de Brasil, el bus en el cual viajaban nuestros jóvenes, se dirigió a la Basílica de Nuestra Señora de Aparecida, situado entre Rio de Janeiro y Sao Paulo, en el valle del río Paraíba, el mayor sitio de peregrinaje católico en Brasil. La tradición católica dice que en octubre de 1717, en ese valle, tres pescadores encontraron en sus redes el cuerpo y la cabeza de una imagen de la virgen "Nossa Senhora da Conceição" (Nuestra Señora de la Concepción), a la que popularmente se le llamó "Aparecida".

Después de tres días de viaje para regresar a las ciudades de origen, todos los jóvenes llegaron a su destino sin ningún problema, pero con el corazón rebozante de alegría y entusiasmo para entregar el mensaje recibido en Brasil.

Jóvenes, transmitan esta experiencia para que otros jóvenes puedan encontrar a Cristo en sus hermanos y  acepten al Señor, y así, ellos puedan transmitirlo a las futuras generaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario